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Normalmente empieza por algún comentario tontorrón, y al principio no le haces caso, pero si la cosa sigue y el ambiente se caldea, os aconsejo seguir algunas de estas estrategias para no pasar una mala noche, ni complicársela a los demás:
1. Es importante no salir ya de casa dispuesto "a liarla" (¡Como tu primo me diga algo…no me voy a callar!). Si sabes que vas a estar en la cena con alguien que te cae mal, o que siempre hace bromas de mal gusto contigo, o simplemente no le tragas, no le des motivos. Tú, a lo tuyo, cerca de los que te quieren, y lo más ajeno posible a comentarios. Si te lo propones, es más fácil de lo que parece.
2. Si hay alguien que pese a tus esfuerzos, te sigue molestando, respira hondo, e intenta serenarte. Si lo que quiere es llegar a una discusión y tu no le sigues el juego, al final se aburrirá y pasara a otra cosa. Si no puedes evitar la discusión, llévala a un ámbito racional, no emocional. Es la única forma de que todo acabe bien. El hacer ver al otro de una manera racional que se equivoca o que no tiene razón es la mejor manera de zanjar una discusión. Si además tienes un aliado de tu parte que corrobore tus palabras, la discusión terminará antes.
Si no llegáis a algo razonable, coge tu abrigo y sal a respirar aire fresco. Despeja la mente.
3. A veces, las discusiones son por la comida. O bien porque no han tenido en cuenta tus gustos o bien porque a otros no les gusta lo que has preparado tú. Así que hay que esforzarse un poco antes de preparar el menú de Navidad e intentar tener en cuenta los gustos de los comensales. Si aún así, se te pasa alguien por alto, debes tener siempre algunos platos con aperitivos o entremeses que gustan a todos para que nadie se quede sin probar bocado.
4. Participa de la cena. No te quedes quieto, ayuda a recoger, a colocar, a poner comida en la mesa, juega con los niños, habla con el tímido de la familia, participa de las conversaciones, opina.. distráete. Utiliza la música para crear un buen ambiente en la cena. Villancicos de toda la vida, canciones que se sepan los niños…¡anímate a cantar!. Dicen que el que canta, su mal espanta.
5. Invita a alguien de fuera de la familia (un amigo que vive en el extranjero, un futuro cuñado, la vecina que vive sola). Así todos deberán hacer un esfuerzo por hacer que el invitado se sienta bien. Todos se muestran más comedidos y la atención se fija en "el nuevo" en vez de en "el de siempre". No es la mejor estrategia del mundo, pero cuando uno se esfuerza por hacer sentir bien a los demás, todos lo agradecen y participan en ello.
6. Temas a evitar para no discutir: fútbol, religión, política, fumar, igualdad hombre-mujer, entre otros. Parece una misión imposible no hablar de estos temas. Y se puede hablar, siempre que sea solo un comentario sin profundizar ni tomar posiciones sobre el tema, ni mostrarse inflexibles. Algunos temas sobre los que se puede conversar abiertamente serían: noticias de actualidad, redes sociales, cine, gastronomía y vinos, los regalos, las tradiciones navideñas de cada uno, incluso de los famosos y sus excentricidades ¡claro que si!
Y recuerda que cuando discutimos, no hay vencedores ni vencidos. Por eso es mejor que en una noche especial como Nochebuena o Nochevieja, hagamos todo lo posible por llevarnos bien y pasar una velada inolvidable en la que fabriquemos muchos y buenos momentos.
¡¡FELIZ NAVIDAD!! www.psicologa-online.com
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