Bueno, pues ya pasó el fin de semana, que si os ocurre como a mí, pasa volando. Y tenemos por delante otra semana y para empezar, otro lunes. Y esta mañana, me preguntaba si a todos vosotros, os cuesta mucho madrugar.
Yo soy de las personas que en cuanto suena el despertador (la alarma del móvil en este caso), salgo pitando de la cama. Pero conozco otras personas que se toman su tiempo para despertarse: apagan el despertador, lo retrasan un poquito para que vuelva a sonar en unos minutos, se dan la vuelta y siguen en ese estado de "duermevela" hasta que vuelve a sonar el ring.
Otros se levantan como si un resorte les hubiera empujado de la cama! O incluso antes de que suene el despertador. Ellos mismos tienen un "despertador interno" y se levantan con bastante precisión a la hora elegida sin ninguna ayuda.
Y finalmente están los que se despiertan en el último minuto, tras haber sonado la alarma del móvil tres veces y repitiendo sin parar "llego tarde, llego tarde"!
Sin embargo, lo que me gustaría contar hoy, es que madrugar, tiene muchos beneficios.
Para empezar, madrugando evitas ir con prisas, hacerlo todo mal y corriendo. Te duchas rápido, no sabes bien la ropa que te pones ("esto mismo"), si puedes, desayunas, si ves que llegas tardes te dices "ya tomaré algo después", si tienes hijos a los que despertar, se te acaba rápido la paciencia y si se hacen los remolones, empiezan los gritos, y al final sales de casa pitando e implorando que no haya mucho tráfico para no llegar demasiado tarde a trabajar, o a dejar los niños en la escuela o a la cita médica que toque.
Cuando madrugas, te da tiempo a hacer todo lo que quieres, sin prisas, sin olvidar nada y sin dejar nada para después. Además podrás desayunar. Dicen que el desayuno es la comida más importante del día y empezar con un buen desayuno equilibrado, nos dará la energía necesaria para enfrentarse a todos los retos de la mañana.
Y si ya empezamos el día con algo de ejercicio…los beneficios se multiplican!. El ejercicio genera endorfinas que harán que comencemos el día de mejor humor.
Un estudio de la Asociación Americana de Psicología demostró que las personas que madrugan, aprovechan mejor el tiempo, se planifican, se organizan y son más eficaces a la hora de desempeñar sus tareas. Esto aumenta su autoestima y el acto en sí de madrugar, se ve reforzado por todos estos beneficios.
Un par de consejos para empezar a convertirnos en madrugadores:
- Empieza levantándote 10 o 15 minutos antes de tu hora habitual durante unos días, para ir acostumbrándote. Cuando suene el despertador, oblígate a salir de la cama. Evitemos los "5 minutitos más". Una vez en pie, empieza con tu rutina de la mañana, pero sin prisa.
-Intenta acostarte un poquito antes. Si te conviertes en un madrugador, habrá que ver la hora en que nos acostamos para no modificar los ciclos de sueño.
Al principio costará un poco, pero ya hemos visto las ventajas de madrugar y disponer de esos 15 o 20 minutitos más para organizarse es ideal para comenzar bien el día.
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