5 Claves para superar el Síndrome Postvacacional
Parece mentira, pero ya estamos prácticamente en el mes de Septiembre.
Para algunos pocos elegidos, son el comienzo de las vacaciones. Para el resto de los mortales, son el final. Hay personas a las que les cuesta más volver a la normalidad. Recuerdan con melancolía los días de verano que han pasado en la playa, o de viaje, o simplemente viendo sus series favoritas tirados en el sofá, sin ninguna otra obligación que no quedarse dormido. Suele ocurrir.
Para esas personas a las que les cuesta tanto volver a escuchar las charlas del jefe, madrugar de nuevo, someterse a un horario, les puedo recomendar algunas pautas para que no aparezca el temido síndrome postvacacional:
1. Es muy posible que tardemos unos días en volver a trabajar a pleno rendimiento, como lo hacemos el resto del año. A lo mejor nos cuesta más concentrarnos, o sentimos que estamos más cansados. No pasa nada. Hay que ir adaptándose. Acéptalo y no te agobies. Poco a poco irás cogiendo el ritmo de nuevo.
2. Recupera también tu tiempo de descanso y de ocio. El que se hayan acabado las vacaciones no significa que no podamos seguir pasándolo bien. Trabaja, come bien, realiza alguna actividad de ocio que te guste o recupera alguna que ya practicabas, y descansa las horas necesarias para estar a pleno rendimiento. Si te cuesta madrugar, ve levantándote más temprano los días previos a la incorporación al trabajo. Así será más fácil.
3. Planifícate. No quieras hacer demasiadas cosas a la vez y que luego no termines ninguna o no puedas realizarlas correctamente. Delega responsabilidades en los demás, y no te lleves trabajo a casa en la medida de lo posible.
4. A veces el volver a la rutina nos puede poner de mal humor, o estamos más irritables y susceptibles. Intenta rodearte de cosas que te hagan sentir bien. Una planta nueva en tu despacho, un cuadro que te transmita buenas sensaciones, música agradable, un nuevo peinado...prueba.
5. Intenta ser positivo. Volver al trabajo no es el fin del mundo, y pasados unos días seguro que recuerdas lo afortunado que eres de tenerlo. Además, ya has pasado por esto otras veces: todos los años anteriores en los que te has tenido que incorporar al trabajo ¡y lo has superado! Esta vez, no será distinto. ¡Animo!.